Gracias al impulso de China, la región latinoamericana alcanzó en 2011 niveles récord de inversión extranjera directa, llegando a los 138.000 millones de dólares.
"Lo más relevante es lo que está sucediendo en la zona euro, pero no es
lo único", pues ese fenómeno "nos impacta porque hay un estancamiento
de la demanda global y una mayor incertidumbre de los mercados
financieros", aseguró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La secretaria también destacó el buen momento que vive la región, con niveles promedio de pobreza del 31% y de pobreza extrema del 17%, gracias a la actitud "más progresista" de los gobiernos "en materia social".
Sin embargo, cuando recalcó que algunas economías se están
desacelerando, lo que dará un promedio de crecimiento del 3,7% este año,
rechazó un exceso de "sobreoptimismo" regional, sobre todo por los
posibles efectos de la crisis en los países desarrollados.
Equipamiento “anticrisis”
En estos momentos, América Latina cuenta con los instrumentos adecuados
para enfrentar un eventual contagio de la crisis mundial, como sus
reservas internacionales que "se ubican en niveles inéditos, de 765.000
millones de dólares hoy en día", recalcó. Además, la región "es el
segundo tenedor de Bonos del Tesoro (de Estados Unidos) del mundo
después de China" y "las finanzas públicas están bajo control", agregó.
"El crecimiento (regional) va a depender más de China, pero el comercio
sur-sur podría superar al norte-norte en 2017", vaticinó.
Por último, Bárcena sugirió cerrar las brechas de desigualdad, de
inversión, fiscal, productiva y de innovación. El foro contó con la
participación de los ministros de Economía de varios países
suramericanos y de otras figuras del continente como el secretario
general iberoamericano, Enrique Iglesias, y el secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
La importancia del acercamiento con China se ve reiterada año tras año,
sobre todo si se tiene en cuenta que, según los pronósticos y el
crecimiento de los últimos tiempos, el gigante asiático para el 2025 se
volverá la mayor potencia económica del mundo.